Información general
En la ceremonia nupcial eclesiástica, el amor entre los dos cónyuges queda marcado en el horizonte de la creación: El amor no es un mérito personal y no puede comprarse. Necesita ser alimentado regularmente, por los amantes y por el mundo en el que viven. Es un don de Dios. Por eso, la gratitud y la alegría caracterizan la celebración eclesiástica.
En la ceremonia nupcial, los novios reciben la bendición de Dios. En la ceremonia eclesiástica se asegura a los dos amantes que la bendición de Dios les acompañará en su aventura “matrimonial”. Al fin y al cabo, que dos personas, cada una con sus propios sueños y deseos, planes de vida e historias, capacidades y puntos ciegos, quieran y sean capaces de entablar una relación comprometida y para toda la vida no es nada natural.
Los novios hacen público en sus votos matrimoniales que desean una relación duradera. Expresan a la congregación y a Dios lo que significan el uno para el otro y que se prometen mutuamente. Al igual que la promesa de Dios se aplica a los días buenos y malos, los novios quieren permanecer juntos en los momentos buenos y difíciles, para dar forma a su amor y permitir que crezca.
A continuación hemos recopilado información importante sobre el tema de las ceremonias matrimoniales. Póngase en contacto con nosotros si tiene más preguntas.
Preparación de la entrevista nupcial
Los novios inscriben su deseo de casarse por la Iglesia en el despacho parroquial. A continuación, se celebra una entrevista preparatoria con el párroco. Apenas hay reglas fijas para esta conversación. Sin embargo, suele versar sobre la organización de la ceremonia y sobre la propia pareja: su amor, cómo se conocieron, qué es importante para ellos y qué esperan de su relación.
Los novios pueden prepararse para la conversación con las siguientes preguntas: ¿Hay algún versículo de la Biblia, de una canción o cualquier otro texto que signifique mucho para los dos? (Versículo de la boda)
¿Queremos elegir canciones y música? ¿Qué canciones queremos cantar?
¿Deberían los familiares y amigos ayudar a organizar el servicio?
¿Qué flores queremos en la iglesia?
Puedes descargar el formulario de inscripción de esta página web con antelación y luego rellenarlo y traerlo contigo a la ceremonia de boda.
Y no lo olvides: Si tienes un libro de registro alemán, ¡llévalo a la boda por la iglesia como muy tarde! En Alemania, el matrimonio en el registro civil es el acto jurídicamente vinculante. Sólo cuando una pareja se ha casado en el Registro Civil puede celebrarse la boda por la iglesia.
Particularidades en España
En España, la boda por la iglesia puede celebrarse junto con la boda civil. En ese caso, el sacerdote actúa como encargado del registro civil.
En este caso, hay que solicitar previamente a la FEREDE (federación de entidades religiosas evangélicas de España) la confirmación de la fecha de la boda; la oficina parroquial le ayudará a hacerlo. Con esta confirmación, acude al registro civil y solicita una boda civil en la iglesia donde te casas. Recibirás entonces un documento que firmarán el sacerdote y los testigos de la boda por la iglesia. Con este documento firmado, volverás al registro civil en los días siguientes a la boda y recibirás allí tu libro de familia.
Boda ecuménica
Los cónyuges que pertenecen a distintas confesiones pueden celebrar una ceremonia de boda ecuménica. No se trata de una mezcla católico-protestante, sino de una boda protestante con un oficiante católico o una boda católica con un oficiante protestante. Los novios siempre deben ponerse primero en contacto con el clérigo en cuya parroquia desean casarse por la iglesia. Esto se debe a que la responsabilidad principal de la boda ecuménica recae sobre ellos. Sólo entonces se informará al clérigo de la otra confesión y se le implicará en la planificación de la boda.
En la boda en la iglesia, ambos sacerdotes participan en el servicio nupcial. La ceremonia de la boda ecuménica también puede ser dirigida por un solo sacerdote. Sin embargo, en caso de que el sacerdote protestante dirija la boda, deberá obtenerse la dispensa, es decir, el consentimiento del sacerdote católico. La iglesia protestante, por su parte, suele renunciar a ello en el caso contrario.
Las bodas ecuménicas también implican un coloquio nupcial, que debe celebrarse con ambos ministros. Deberíais participar en la elección de las canciones, el sermón, las intercesiones ….. y vuestros votos matrimoniales. Al fin y al cabo, se trata de vuestra ceremonia de boda y de vuestro matrimonio.
Si la parte católica española de la familia conoce personalmente a un sacerdote, debería comprobar de antemano si el sacerdote está preparado en absoluto para una boda ecuménica. Desgraciadamente, hay muchos sacerdotes en España que no muestran ninguna disposición ecuménica. Lamentablemente, algunas diócesis españolas tampoco aceptan bodas ecuménicas.
La oficina parroquial estará encantada de ayudarle a encontrar un sacerdote católico abierto al ecumenismo.
Promesas matrimoniales – sugerencias
Los novios se prometen el uno al otro en las preguntas de la boda. Los novios suelen elegir la primera forma, la más conocida, en la que se limitan a responder brevemente a la pregunta del pastor. En la gran mayoría de los casos, el pastor está abierto a sugerencias de textos personalizados por parte de los novios. Habrá ocasión para ello en el coloquio preparatorio. Tres variantes deberían inspirar otras reflexiones.
Primera variante – ideal para los especialmente emocionados:
Pastor/Pastora:
Así os lo pido ante Dios y ante esta congregación:
Al novio:
N.N., amarás y honrarás a N.N., que Dios te ha confiado, como esposa, y vivirás tu matrimonio con ella según el mandamiento y la promesa de Dios, en lo bueno y en lo malo, hasta que la muerte os separe, entonces responde: Sí, con la ayuda de Dios.
Novio: Sí, con la ayuda de Dios.
A la novia:
Del mismo modo, te pregunto, N.N., ¿amarás y honrarás a N.N., a quien Dios te ha confiado, como tu esposo, y conducirás tu matrimonio con él según el mandamiento y la promesa de Dios, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe, entonces responde: sí, con la ayuda de Dios.
Novia: Sí, con la ayuda de Dios.
Segunda forma: Promesa mutua
La experiencia demuestra que ambos cónyuges están muy excitados. El texto memorizado ya no está presente. Normalmente se puede acordar con el sacerdote que mantenga el texto escrito legible para los novios.
Novio:
N.N., te tomo como esposa de la mano de Dios. Te amaré y respetaré, confiaré en ti y te seré fiel. Quiero ayudarte y cuidarte, quiero perdonarte como Dios nos perdona. Quiero servir a Dios y a la gente junto a ti. Mientras vivamos. Que Dios me ayude a hacerlo.
Novia:
N.N., te tomo como esposo de la mano de Dios. Quiero amarte y respetarte, confiar en ti y serte fiel. Quiero ayudarte y cuidarte, quiero perdonarte como Dios nos perdona. Quiero servir a Dios y a la gente junto a ti. Mientras vivamos. Que Dios me ayude a hacerlo.
(Amén)
Tercera forma: los novios dicen la promesa juntos o alternativamente
Pastor/Pastora:
Dios os confía el uno al otro. Habéis escuchado de las palabras de la Sagrada Escritura cómo Dios quiere guiaros y bendeciros en vuestro matrimonio. Confesadlo ahora ante Dios y ante esta congregación.
Novios:
Queremos vivir según la voluntad de Dios en nuestro matrimonio y confiar en su bondad. Queremos permanecer juntos en las alegrías y en las penas durante toda nuestra vida. Queremos estar juntos al lado de los demás y hacer lo que sirva a la paz. Que Dios nos ayude a conseguirlo. (Amén)
Si usted es un feligrés regisrado, la boda es gratuita. Si no está inscrito, se aplica el baremo de honorarios.